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Las joyas de la calle son Eva, Kelly, Chiqui y muchas otras mujeres de Latinoamérica que viven en la calle de la Joya de Hamburgo, en el mítico barrio de San Pauli. Llegaron a Hamburgo porque en sus países de
origen no podían vivir y trabajar libremente como aquí. La casa en la calle de la Joya y el bar de Donatella son lugares de acogida esenciales para las transexuales latinoamericanas nuevas en la ciudad. Detrás de una modesta fachada de principios del sigo XIX, lejos de los carteles luminosos de la Reeperbahn han encontrado un hogar, un microcosmos
femenino muy especial.
Eva hace tiempo que llegó a Hamburgo donde se estableció en el mundo de la prostitución. Ahora planea salir de él. En Hamburgo acoge a muchas de las nuevas y las ayuda. Para ellas, Eva es un ejemplo a seguir. También para Kelly, que llama casi a diario a su mamá en Venezuela y que se cose ella misma los vestidos; o Chiqui, que se ha propuesto llegar muy lejos como modelo. Pero también Amaloa se siente todavía atraída por el barrio hamburgués. Ya lleva muchos años en Italia, está casada y vive apartada del ambiente pero de vez en cuando le gusta sentir otra vez el glamour de la juventud y recordar los viejos tiempos con Donatella – las estrellas de la calle de la Joya no están dispuestas a renunciar al glamour. Toti Baches y Dirk Manthey cuentas las historias de sus protagonistas con unas imágenes bellas y seductoras. Muestran “seres mitológicos” que lo dan todo por su ideal de belleza
femenino y que construyen la conciencia de sí mismas a partir de lo especial que hay en ellas. Ahí descubren los autores la especial fascinación por lo cotidiano.