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Contexto
Kærshovedgård, antiguamente una prisión, es un centro de deportación en Dinamarca que se abrió el 2016. Allí viven unos 200 solicitantes de asilo rechazados que están condenados a detención indefinida hasta ser deportados. Veinte de ellos han cometido previamente un delito y han cumplido varios años en prisión. Es por eso que gran parte de la sociedad danesa considera que Kærshovedgård es un centro donde viven personas criminales. Esto se puede ver en los medios de comunicación que han dicho una y otra vez que los criminales más duros y violentos del país viven allí.
La verdad es que en Dinamarca se pueden obtener sentencias de deportación por delitos menores. Incluso el incumplimiento del deber de presentarse como solicitante de asilo rechazado a una comisaría puede derivar en una pena de prisión y deportación. Además, todas las personas que viven en Kærshovedgård y han cometido anteriormente un delito ya han cumplido la pena en prisión.
En los últimos 7 años, solo 4 personas han sido deportadas a su país natal, el resto (más de 196 personas) aún viven en Kærshovedgård con detención indefinida o se han escapado a otro país. No es posible saber cuantas personas se han escapado a otros países, ya que al escaparse de manera ilegal no queda registrado en el sistema. Sim embargo, escaparse con un traficante de personas es una practica bastante normal para los que viven en Kærshovedgård.
Las personas detenidas en Kærshovedgård están allí como resultado de una orden administrativa de la oficina de inmigración danesa y, por lo tanto, no se han presentado ante un juez con asistencia jurídica posterior. Varias organizaciones de derechos humanos, incluidas Amnistía Internacional, DIGNITY y el Comité de Derechos Humanos de Helsinki, han criticado a Kærshovedgård, insistiendo en que la detención indefinida de personas que no están cumpliendo una condena y que no se enfrentan a la deportación inmediata es una violación de los derechos humanos.
La ubicación aislada de Kærshovedgård hace que sea prácticamente imposible salir del centro. Los residentes deben notificar su presencia tres veces por semana, pasar la noche en el centro y solicitar permiso con anticipación para pasar la noche fuera. Kærshovedgård se encuentra a 7 km de la tienda más cercana y 10 km del transporte público más cercano. A los solicitantes de asilo rechazados no se les permite trabajar, lo que dificulta pagar un billete de autobús o tren para salir del centro. Asi pues, aunque se les permita salir durante el día, donde llega el límite de libertad si no tienen posibilidad de pagar un billete de tren?
Además, se ha implementado una vigilancia electrónica exhaustiva de todos los residentes, monitoreando electrónicamente cada vez que entran por una puerta dentro del campamento.